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Ella ya lo sabía

Ella ya lo sabía. Sabía que volvería a ocurrir más tarde o más temprano, porque cada vez hay más coches, se circula a mucha velocidad por esa calle y la curva es muy peligrosa.

Lo sabía también porque los vecinos y vecinas de la carretera estaban cansados de decírselo. Que los coches hacen barabaridades en esta calle, que no se respetan las señales ni los límites de velocidad, que el tráfico diario está cada vez peor, que un día va a ocurrir una desgracia mayor...


Lo sabía porque la Policía Local, lógicamente, está al corriente de los problemas de tráfico y de las incidencias que ya han tenido lugar en este tramo de calle y de ello queda constancia en los registros municipales.

Lo sabía porque a su despacho llegó un escrito con más de 1200 firmas pidíendole que hiciera algo por remediarlo.


También lo sabía porque la ciudadanía se cansó de estar callada y protestó públicamente, manifestándose de forma pacífica pidiéndoselo.
"tienes que arreglar el problema del tráfico", "se circula a mucha velocidad por algunas calles", "señaliza convenientemente las vías públicas", "coloca pasos de cebra sobreelevados", "tenemos muchos puntos negros"...
Ella lo sabía porque se lo han dicho en persona o a través de los foros, o en los blogs como este, que lo leen personas allegadas a ella.

Sabía que en otros pueblos o ciudades, cuando han tenido este problema los ayuntamientos se han puesto manos a la obra y han establecido algunas medidas preventivas de seguridad vial. Los resultados han sido notables, los accidentes se han reducido, son menos graves o han dejado de producirse


Sin embargo, aún sabiéndolo, siendo consciente de que tenía en sus manos la posibilidad de remediar o solucionar el problema... siguió de brazos cruzados. Tampoco hizo nada en esta ocasión.

Hacía justo 9 meses que tuvo lugar otro accidente en este mismo sitio. De hecho la farola que aquel conductor echó abajo con el impacto aún no había sido restaurada. Un poco antes de la feria sólo habían puesto la peana de hormigón de la farola, que es el obstáculo que frenó al coche en esta ocasión. En estos nueve meses ha "solucionado" el problema suponiendo que no le compete.

El accidente de este domingo fue espectacular. La conductora acabó mal herida pero tras darle unos puntos de sutura recibió el alta y durmió esa noche en su casa. Esta vez la cosa no ha llegado a mayores pero no sabemos si en otra ocasión tendremos que lamentar una desgracia mayor. Lo que sí sabemos es que volverá a ocurrir, sólo es cuestión de tiempo. Sin medidas preventivas o disuasorias, los/as conductores/as seguirán circulando con exceso de velocidad y comentiendo imprudencias, infringiendo las normas de tráfico. Porque este es un problema de conciencia, de educación y puede llevar mucho tiempo arreglarlo. Pero mientras tanto ¿qué? ¿seguimos cruzados de brazos? ¿miramos para otro lado? ¿desoímos el clamor popular?

Ella sabrá lo que hace
, porque nadie comprende su obstinado comportamiento en este asunto. Su estrategia del avestruz le va a costar la vida a cualquiera un día de estos.